Santes Creus y la Ruta del Cister
La leyenda del origen del nombre Santes Creus
Curiosidades
Sobre el nombre de Santes Creus, según explica una leyenda, los pastores del lugar, solían en invierno traer a su ganado desde las montañas a las tierras más bajas donde se disfrutaba de un clima más suave. La gran cantidad de ganado dejaba sobre estos terrenos materia orgánica de sus defecaciones y abandono de animales muertos, esto hacía que debido a su putrefacción y cuando se originaban lluvias, durante las noches se desprendieran gases fosforescentes, que formaban unos fuegos fatuos, a la vista de lo cual los pastores lo tomaban como un hecho sobrenatural y milagroso, por lo que iban colocando cruces de madera allí donde la noche anterior habían visto las luces. Esto hizo que se empezara a conocer este territorio con el nombre de «campo o lugar de Santes Creus
Breve Historia del Monasterio
Una joya medieval a 5 min de nuestra bodega
En la orilla del río Gaià encontramos el monasterio de Santes Creus, el que fue el centro de una de las señorías monásticas más extensas e influyentes de la Corona de Aragón. Con una arquitectura sólida, grave y austera, la abadía refleja el modelo canónicode los monasterios del Cister (junto con Vallbona de les Monges y Poblet). Visitar Santes Creus es revivir un tiempo en que la pureza y el alejamiento del mundo se concretaban en un punto bien anclado en la tierra.
Fundado en 1160, el momento álgido de Santes Creus fue entre los siglos XIII y XIV, por su estrecha relación con la nobleza y el linaje real. Los reyes Pedro III de Aragón y Jaime II el Justo y su esposa Blanca de Anjou fueron mecenas del monasterio y escogieron ser enterrados aquí, en dos mausoleos góticos junto al altar mayor. El estudio y restauración del panteones reales, en 2010, permitieron descubrir los restos de Pedro III de Aragón y Blanca de Anjou, los únicos reyes de la Corona de Aragón los restos de los cuales se han mantenido intactos.
La planta del monasterio organiza los espacios en función de las necesidades de la comunidad. La iglesia, abierta al culto en 1225, es un ejemplo de la transición del románico al gótico. Aunque ofrece sensación de ligereza y grandiosidad, es un templo sólido y austero. Contrasta con el esplendor del claustro, del siglo XIV, el primero de estilo gótico de la Corona de Aragón.
En 1835 y como consecuencia de la desamortización de Mendizábal la comunidad abandonó el edificio. Fue declarado monumento nacional por real orden de 13 de julio de 1921. Forma parte de la Ruta del Císter